Deglutida, contenida, como desbordando, el cuerpo al límite.
Degusta el vino, tiene anteojos.
El vino está pasado porque pica.
Llegan las entradas, morrones al ajillo y lengua a la vinagreta, puaj!
Le quemaba la garganta, el paladar le raspaba.
Era su tristeza tan profunda, circunspecta.
Hay cierto goce en la locura y el caos, uno se acostumbra.
Acaba de vomitar en la puerta del restaurant.
Ahora cuenta su historia de asfixia y ella escribe, todo vuelve a su cauce, hay que
hacer con lo que hay, ahí radica toda la inteligencia, una solución de artista.
Todo vuelve a su cauce, pero ahora ella tiene un secreto.
Ella piensa en publicar un libro.
Él cuenta su historia acerca de la "Republica Ambulante", se fueron de un país
que no los querían para llegar a un país que nunca los aceptó. En Francia no
aceptan las personalidades desorganizadas, ellos venían con personalidades
universales, lograron hacer cosas pero no lograron que los acepten.
Los grandes escritores franceses viven discretamente sin hacer ruido,
políticamente correctos, lo único que les periten es ser borrachos,
Lo único que tiene sentido es la escritura.
Ella le presenta a la gente, para que él se distienda, hasta le ofrece una mujer!
Ella, la madre, disfruta de él.
Los seres más iluminados piensan más...
...a veces es mejor el silencio.
Ella no encuentra un espacio propio.
Quizá la escritura no sea lo suyo.
La voluntad es algo que se entrena como un músculo dijo Ella, la madre.
Cuando uno hace algo artístico lo hace para los demás.
Nunca conocí a una mujer tan desequilibradamente bella.
Llega un punto en que todos hacen lo mismo.
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